La Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), con el apoyo del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), en el marco del programa Quién es Quién en los Precios, ha integrado un Catálogo de artículos seleccionados para personas con discapacidad. Éste recaba precios de productos que facilitan la movilidad, visión, audición, comunicación y cognición en personas con discapacidad. El catálogo se creó con el objetivo de proporcionar información que les permita tomar decisiones de compra informadas.

En particular, este Catálogo de artículos seleccionados para personas con discapacidad constituye un primer esfuerzo para contribuir a la garantía de los derechos como consumidoras de las personas con discapacidad. Para darle continuidad y fortalecerlo requiere que ellas, sus personas aliadas y quienes les proveen artículos específicos lo utilicen y señalan sus zonas de mejora y áreas de oportunidad. De este modo, entre todas y todos, daremos realidad a la inclusión y el combate de la discriminación por motivos de discapacidad.

Instrucciones:

1) Selecciona la categoría de tu interés.
2) Espera a que se muestre la información.
3) Para mostrar los detalles del producto, pulsa en la imagen o en el enlace del mismo.

La información de la base de datos del programa Quién es Quién en los Precios se refiere a los precios vigentes en el momento de su registro. Los precios son de venta al menudeo y, en ocasiones, pueden reflejar errores cometidos por personal de los establecimientos encargado de anotarlos en los anaqueles o verificadores de precios. Dado que los precios se captan con cierta periodicidad, los errores antes señalados pueden aparecer corregidos en el periodo siguiente.

Antecedentes

La Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad define a esta característica como el resultado de la interacción entre las deficiencias funcionales y el entorno. En este sentido, no hay derechos especiales para las personas con discapacidad, sino barreras y actitudes que dificultan el acceso de ellas a los derechos que deberían ejercer como las y los demás.

De hecho, la discriminación que experimentan todavía las personas con discapacidad resulta de los prejuicios y estigmas que limitan su autonomía y su capacidad de tomar decisiones. Esto es evidente, por ejemplo, a partir de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2017, que señala lo siguiente:

• 1 de cada 5 personas con discapacidad entre 15 y 59 años no sabe leer ni escribir.
• Mientras que 80% de ellas asiste a la educación básica, sólo 28% se incorpora a la educación media superior y superior.
• 1 de cada 4 personas con discapacidad con una ocupación económica tiene contrato y prestaciones médicas.
• Casi la mitad de las personas con discapacidad considera que sus derechos no se respetan y casi la tercera parte afirmó que en los últimos cinco años se le negó algún derecho sin justificación.
• 1 de cada 4 personas en el país considera que las personas con discapacidad “son de poca ayuda en el trabajo”, y una proporción similar estaría poco o nada de acuerdo en que alguien de este grupo social ocupe la Presidencia de la República.

Un mundo pensado y materializado para incluir a personas con y sin discapacidad es un mundo plenamente accesible. En un contexto así, todas y todos podríamos acceder sin distinción a los mismos espacios, información y, también, a los bienes y servicios que constituyen una vida de calidad.

Cabe señalar que, durante mucho tiempo, no se han garantizado los derechos de las personas con discapacidad como consumidoras. Esto ha tenido como consecuencia que ellas no conozcan la manera en que pueden protegerse frente a posibles irregularidades en el consumo; también, que no puedan disponer de información accesible, sencilla y clara que les permita hacer elecciones adecuadas en esta materia.

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